Un informe señala que goza de gran prestigio y expansión, aunque necesita estructura, recursos y coordinación, al tiempo que su falta de datos y estrategia limita su crecimiento como industria cultural
El flamenco atraviesa una etapa de esplendor, con una proyección internacional y una presencia cultural sin precedentes, aunque sigue arrastrando carencias estructurales que frenan su consolidación como una industria sólida. Esta es la conclusión principal del informe El Flamenco en España. Presente y futuro de un arte que está más vivo que nunca, presentado por EY España junto a la Fundación Paco de Lucía en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.
El documento, elaborado a partir de una encuesta nacional y entrevistas con expertos del sector, advierte de que, pese al auge del flamenco, no existen suficientes datos públicos o privados que permitan conocer con precisión su impacto y evolución. La muestra, compuesta por 1.200 personas encuestadas en noviembre de 2023, apunta también a la necesidad de una gestión más eficiente para convertir esta expresión artística en un motor cultural sostenible.
Según el informe, es esencial reforzar el respaldo institucional y privado para desarrollar todo el potencial económico, educativo y patrimonial del flamenco. Se insiste en que su riqueza y variedad hacen aún más urgente una hoja de ruta compartida, capaz de coordinar a los distintos actores implicados.
Uno de los grandes obstáculos detectados es la fragmentación del sector y la falta de objetivos comunes, lo que impide articular una estrategia de impulso unificada. El documento señala también la ausencia de espacios de reflexión y trabajo colaborativo, elementos clave para salvaguardar y difundir un patrimonio cultural que España lidera pero aún no gestiona con eficacia.
A pesar de estas debilidades, el estudio resalta el crecimiento transversal del flamenco, presente cada vez más en áreas como la moda, el arte, la literatura, el turismo o la industria. Su capacidad para conectar con diferentes públicos, incluidas las nuevas generaciones, le ha convertido en una propuesta global y dinámica.
Por último, el informe concluye que el flamenco no solo sobrevive, sino que se reinventa constantemente, lo que lo mantiene vigente como una de las señas de identidad más reconocidas de España.