El guitarrista granadino Álvaro Martinete se ha hecho con el II Premio SGAE de Flamenco Paco de Lucía, gracias a la interpretación de su obra ‘Acera del Darro’, una soleá por bulerías dedicada a su tierra, la Vega de Granada. El fallo del jurado se ha producido este viernes en la sala B del Teatro Central de Sevilla, en la gala final de unos galardones que organiza la Fundación SGAE, con la colaboración del Instituto Andaluz del Flamenco y la Fundación Paco de Lucía.
Martinete se ha impuesto a los otros ocho artistas y grupos flamencos que han desplegado todo su arte y duende sobre las tablas del teatro sevillano. Al recoger el primer premio (dotado con 6.000 euros) de manos de Pepe de Lucía, hermano de Paco, Martinete ha calificado como «un honor» haber ganado un galardón con el nombre de «el maestro del flamenco». Además, ha agradecido que en este premio «no sólo se valore la ejecución, sino sobre todo la composición».
El jurado experto que ha elegido a Martinete como ganador del primer premio estaba formado por los destacados compositores y músicos flamencos Juan Carmona, Antonio Serrano, José Fernández ‘Tomatito’ y Dorantes y, en representación de la Fundación Paco de Lucía, Lucía Sánchez Varela. El coordinador de flamenco de la Fundación SGAE, Juan Carmona, ha asegurado que la decisión ha sido «muy difícil», sobre todo entre el primer y segundo premio, y que lo que ha decantado la balanza en favor del guitarrista granadino ha sido «la seguridad que ha mostrado encima del escenario».
La ceremonia la ha abierto Antonio Gonzalo, presidente del Consejo Territorial de la SGAE, quien ha dado la bienvenida a la gala de unos galardones que tienen como objetivo «potenciar los nuevos valores del flamenco, que van a tomar el relevo en este arte tan nuestro». Y ha destacado la presencia de dos mujeres en esta edición, lo que, ha asegurado, «es un pequeño paso adelante para romper el techo de cristal que aún existe en el flamenco».
Por su parte, Rubén Gutiérrez, director general de la Fundación SGAE, para cerrar la ceremonia, ha celebrado que «en tiempos de guerras y catástrofes» ocurran eventos como el de este viernes porque suponen «una verdad humana, que no solo es hermosa, sino profundamente ética».