Escultura a Quino Román






La ciudad de La Línea de la Concepción rinde homenaje a uno de sus hijos más ilustres, el guitarrista Joaquín Román Jiménez, conocido como Quino Román, con un monumento en su honor.
Nacido en 1949, Quino fue una figura clave en el mundo del flamenco, destacándose como un experto en los diferentes palos de este género musical.
Con apenas 16 años inicio su andadura profesional con el amparo de los hermanos linenses Montoyitas, dando el salto al ser contratado para tomar parte en el espectáculo Tronío Gitano, en el que también actuaban otros artistas de la talla de Pansequito, Rancapino o el propio Camarón.
Bajo la enseñanza de Andrés Muñoz, hasta su paso por diversos tablaos flamencos en Marbella y otras ciudades, Román fue acumulando experiencia que lo llevó a recorrer España durante más de una década. Tras regresar a La Línea en 1981, su legado quedó profundamente arraigado en la historia local del flamenco.
Falleció en 2008, a los 58 años, dejando un vacío en la escena flamenca. Desde aquel momento, la intención de la Peña Cultural Linense, con su presidente entonces, Enrique Morales, a la cabeza, se empeñó en hacer lo posible por reconocerle su trayectoria para siempre.
La escultura que lo conmemora, obra del artista Nacho Falgueras e inaugurada en octubre de 2014, se sitúa en la glorieta de la avenida España, junto a la Plaza de la Constitución, en la esquina con la avenida del Ejército, con el majestuoso Peñón de Gibraltar de fondo. En ella, Quino aparece sentado con su inseparable guitarra, inmortalizado en bronce a tamaño real.